Empiezo una serie de documentos en este blog acerca de las adicciones, de donde se originan y como transforman al Cerebro, y de los extensos daños que pueden causar sobre el Sistema Nervioso. Asi pretendo que conozcan mejor como actuan y como debemos actuar nosotros para encarar un proceso de neurodependencia de las adicciones sean de la causa que fueren.
Antes de entrar de pleno en las bases
neurobiológicas de la adicción, debemos dejar bien asentado qué
entendemos con este término. Ello es especialmente importante porque la
definición de adicción ha ido evolucionando en los últimos años a caballo de
los avances que desde la perspectiva clínica y psicobiológica se han ido
realizando.
El
término adicción (o dependencia de sustancias) hace referencia
a la necesidad compulsiva de consumo de sustancias psicotropas con
alto potencial de ABUSO y DEPENDENCIA(drogas) que, progresivamente, invade todas las esferas de la vida del
individuo. Sin embargo, hoy en dia podemos extender la definicion a cualquier conducta o patron que fuerce a una necesidad compulsiva de satisfacerlo, tal cual puede suceder con conductas como la ludopatia (adiccion al juego generalmente de azar) o los trastornos adictivos relacionados a los videojuegos (otra forma de ludopatia) o al uso de tecnologias de manera repetitiva e incontrolable (celulares, chats, internet, redes sociales). Para facilitar nuestro entendimiento, a partir de ahora llamaremos DROGA a cualquier adictivo, sea de la naturaleza que fuere.
La vida del paciente adicto se va focalizando y limitando progresivamente
a la obtención y consumo de la droga y a la recuperación
posterior de los efectos que ésta produce. Al mismo tiempo se va
consolidando un desinterés por actividades, experiencias y placeres
alternativos que antes habían formado parte de la vida del individuo
afectado.
Todo ello se produce a pesar de las consecuencias extraordinariamente
negativas que el consumo comporta y que afectan tanto a los distintos roles
del individuo (ruptura familiar, perdida de las anteriores amistades, deterioro
progresivo de las relaciones sociales, pérdida del trabajo...),
como a la salud física y psíquica del adicto.
A modo de resumen
podríamos decir que:
-
En las primeras etapas del contacto con la droga la conducta de consumo es de tipo impulsivo,
-
Avanzando a compulsiva a medida que la adicción se consolida.
-
Uno de los aspectos más problemáticos de la adicción es el riesgo de recaída después de que el paciente se haya propuesto por su cuenta no volver a consumir o después de un tratamiento de desintoxicación, riesgo que persiste incluso después de mucho tiempo de abstinencia, incluso a lo largo de toda la vida, de tal manera que la adicción puede ser considerada como un trastorno crónico.
Antes
de abordar los aspectos neurobiológicos del consumo de sustancias, daremos
algunas definiciones básicas, que es necesario conocer en la adicción. Las
definiciones que daremos aquí son las aceptadas por los Organismos
oficiales internacionalmente reconocidos, como la “American Psychiatric
Association” (APA).
1)
Tolerancia
Se
entiende por tolerancia a:
-
La disminución de los efectos de una determinada dosis de la droga con el consumo progresivo,
-
La necesidad de aumentar la dosis para conseguir un efecto estable de la droga.
La
dependencia de sustancias se caracteriza esencialmente por un conjunto de síntomas
fisiológicos, cognitivos y de comportamiento, que indican que el sujeto continúa
consumiendo a pesar de los problemas significativos relacionados con su consumo.
Habitualmente,
el término dependencia se utiliza como sinónimo de
adicción, sin embargo, los aportes más recientes realizados
desde la clínica y la neurociencia, han llevado a diferenciar entre ambos
términos.
Actualmente,
cuando se habla de “dependencia” en sentido
estricto,
-
Se hace referencia a un estado de adaptación (cambios neurofisiológicos) de las células, circuitos, órganos o sistemas que se produce como consecuencia de una estimulación excesiva de los mismos por una sustancia (medicamento o droga.
La
dependencia de una sustancia / medicamento puede ser:
-
Física
La
dependencia física de las drogas de abuso se produce como resultado de
neuroadaptaciones en los circuitos cerebrales que controlan determinadas
funciones como la frecuencia cardíaca o la presión arterial. El alcohol, los
barbitúricos y los opiáceos (como la heroína) producen dependencia física
-
Psicológica
Mientras
que otras drogas con alto potencial adictivo como la cocaína o la anfetamina
producen dependencia psicológica pero no física
-
De ambos tipos.
Para
la mayoría de sustancias adictivas, los antecedentes de tolerancia o
abstinencia previa se asocian a un curso clínico más grave.
En
sentido estricto, la dependencia, no es un fenómeno exclusivo de las
drogas de abuso, ya que muchos fármacos utilizados en medicina también
producen tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia sin producir
necesidad compulsiva de consumo. Por ejemplo,
-
los agonistas ß-adrenérgicos utilizados para el tratamiento del asma.
-
los agonistas α-adrenérgicos utilizados como descongestivos nasales.
-
Algunos pacientes médicos o después de una intervención quirúrgica pueden presentar tolerancia a opiaceos prescritos (normalmente la morfina) y experimentan sintomatología de abstinencia cuando cesa la medicación. Sin embargo, estos pacientes no presentan uso compulsivo de morfina ni sienten la necesidad de consumir, es decir, no presentan adicción a la morfina, aunque sí dependencia fisiológica entendida en el sentido estricto.
3)
Síndrome
de abstinencia
Es
el conjunto de síntomas físicos que se ponen de manifiesto
cuando se deja de consumir de manera repentina una sustancia adictiva y
cuando disminuye la concentración en la sangre o en los tejidos
de un individuo que ha mantenido un consumo prolongado de grandes cantidades
de esa sustancia. El síndrome de abstinencia es consecuencia de
los cambios adaptativos provocados por el consumo continuado de la sustancia.
Los
síntomas de abstinencia son normalmente opuestos a los efectos agudos
de cada sustancia adictiva y varían mucho según la clase
de sustancia. Hay signos fisiológicos comunes fáciles de
identificar en la abstinencia del alcohol, los opioides, los sedantes,
los hipnóticos y los ansiolíticos. Los signos y síntomas
de abstinencia de los estimulantes como las anfetaminas, la cocaína,
la nicotina y el cannabis son más difíciles de identificar
ya que pertenecen a la esfera emocional y cognitiva.
4)
Sensibilización
Hasta
hace relativamente poco tiempo, se asumía que los conceptos básicos
para hablar de adicción a sustancias eran la tolerancia y la dependencia
física o psicológica y síndrome de abstinencia. Sin
embargo, actualmente está bien establecido que no puede entenderse
la adicción sin aceptar que en este trastorno se produce otro proceso
esencial, la sensibilización.
Se
entiende por sensibilización el aumento de algunos de los efectos
farmacológicos y conductuales de una sustancia. Con la sensibilización
aumentan las propiedades reforzantes, motivacionales e incentivas de la
droga y por tanto el “valor” de su consumo. Muchas sustancias adictivas
producen sensibilización. De manera clara, se relaciona con los
estimulantes como la cocaína o las anfetaminas, aunque también
produce sensibilización los opiáceos como la heroína
e, incluso, el alcohol.
La
sensibilización depende del patrón de consumo de la sustancia
y, normalmente se produce con claridad con un consumo repetido e intermitente
de la sustancia que es, precisamente, el tipo de patrón de consumo
en los humanos. Es decir, episodios de ingesta seguidos de horas o días
de no consumo.
La
tolerancia a algunos de los efectos de la droga puede coexistir con la
sensibilización a otros de sus efectos, seguramente en función
de los circuitos neuronales implicados en cada uno de los efectos. Esta
coexistencia contribuye a exacerbar los efectos de las sustancias adictivas.
De
acuerdo con la definición de la APA, el abuso es consumo repetido
y desadaptativo de la sustanciales con consecuencias adversas significativas
relacionadas con este consumo repetido. Por ejemplo, puede darse el incumplimiento
de obligaciones escolares o laborales, consumo repetido en situaciones
en que hacerlo es físicamente peligroso (conducción de un
automóvil), problemas interpersonales o sociales recurrentes.
A
diferencia de la adicción, el abuso de sustancias no incluye la
tolerancia, la abstinencia ni el patrón de uso compulsivo, en su
lugar incluye solo las consecuencias negativas del consumo repetido.
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