QUE EXACTAMENTE ES UN CIGARRILLO ELECTRONICO?
Los cigarrillos electrónicos
son dispositivos con forma de cigarrillo convencional que liberan determinadas
dosis de nicotina sin mediar combustión sino a través de un proceso de
calentamiento electrónico de la nicotina. La nicotina es un producto adictivo
de consumo humano por lo que debe estar regulada. Su situación legal en la Unión Europea
es poco clara ya que no es un producto de tabaco, pero tampoco ha pasado los filtros de
los productos farmacéuticos, a pesar de contener nicotina.
ES REALMENTE EFICAZ?
Su
eficacia, seguridad,
utilidad para dejar de fumar, y papel en la prevención y control del
tabaquismo
son motivo de controversia en la actualidad. Su uso es defendido y
denostado al
mismo tiempo, mientras se está incrementando su utilización en algunos
países. La controversia sobre su uso se ha comentado recientemente en un
vídeo de la BBC Health.
Diversos estudios
han investigado su eficacia; el publicado en 2011 en el American Journal of Preventive Medicine concluye que pueden ser eficaces para dejar de fumar. Otro estudio
llega a la conclusión de que el uso del cigarrillo electrónico puede
reducir el consumo de
tabaco en fumadores que no quieren dejar de fumar. Son pocos los
estudios realizados sobre la eficacia para dejar de fumar y/o disminuir
el consumo de tabaco mediante los cigarrillos electrónicos, por lo que
no hay suficiente evidencia científica para recomendar su uso.
ES REALMENTE SEGURO?
Hay tres aspectos
preocupantes de la seguridad del cigarrillo electrónico. El primero es la cantidad
de nicotina liberada en cada inhalación que puede variar. En segundo lugar los
cigarrillos electrónicos pueden contener otras sustancias dañinas para la salud
(nitrosaminas, o dietinelglicol). En tercer lugar el cigarrillo electrónico puede
estimular el hábito de fumar en exfumadores, y puede ser una forma de introducir
a los jóvenes en el consumo de tabaco. Por varias razones es de
temer que la promoción de estos productos pueda minar las estrategias en el control del tabaquismo de
eficacia demostrada. Uno de los problemas que pueden
acarrear es conflictos y discusiones si se consumen en lugares públicos
cerrados en los que no está permitido fumar.Los efectos sobre la función pulmonar de los cigarrillos electrónicos son motivo de preocupación, y la FDA ha puesto a los cigarrillos electrónicos bajo vigilancia sobre su eficacia y seguridad.
Un reciente posicionamiento del European Network
of Smoking Prevention ENSP, basado en un documento reciente de la OMS, nos da luz sobre el papel del cigarrillo electrónico:
QUE ES LO QUE PREOCUPA REALMENTE DE LOS CIGARRILLOS ELECTRONICOS?
Se trata de 3 puntos fundamentalmente:
Otra forma de ver el tema es la que expone la organización británica Action on Smoking and Health ASH que en un documento reciente de enero de 2013 concluye que los cigarrillos electrónicos, convenientemente regulados para asegurar su eficacia y seguridad, podrían usarse dentro de una estrategia de “reducción del daño” causado por el consumo de tabaco. Para aquellos fumadores que no quieran o puedan dejar de fumar, inhalar nicotina puede ahorrarles los demás compuestos tóxicos que lleva un cigarrillo.
El cigarrillo electrónico es al menos tan eficaz como el parche de
nicotina para dejar de fumar, según un estudio neozelandés sobre este
controvertido paliativo.
·
No debe ser considerado como un producto
comercial ordinario.
·
Si se permiten en el mercado, debe ser
regulado.
·
Si se comprueba su eficacia científicamente
como un método para dejar de fumar seguro y efectivo, debe tener una licencia
como un producto médico por la Agencia Europea del Medicamento.
QUE ES LO QUE PREOCUPA REALMENTE DE LOS CIGARRILLOS ELECTRONICOS?
Se trata de 3 puntos fundamentalmente:
- La dosis de nicotina suministrada en cada pulverización es variable. Un análisis de la FDA registró dosis de nicotina de entre 26,8 y 43,2 microgramos por inhalación. El estudio también detectó nicotina en productos etiquetados como “libres de nicotina”
- Los cigarrillos electrónicos contienen otros productos químicos como dietilenglicol (sustancia altamente tóxica), nitrosaminas (carcinógenas) y cerca de cuatro sustancias químicas más, que son consideradas nocivas. Cabe aclarar que la dosis de estos químicos que contienen los cigarrillos electrónicos es menor que la que hay en el tabaco
- El acto de fumar como de ficción (lo que se hace con los cigarrillos electrónicos) realmente puede activar las ganas de fumar en un adicto al tabaco
Otra forma de ver el tema es la que expone la organización británica Action on Smoking and Health ASH que en un documento reciente de enero de 2013 concluye que los cigarrillos electrónicos, convenientemente regulados para asegurar su eficacia y seguridad, podrían usarse dentro de una estrategia de “reducción del daño” causado por el consumo de tabaco. Para aquellos fumadores que no quieran o puedan dejar de fumar, inhalar nicotina puede ahorrarles los demás compuestos tóxicos que lleva un cigarrillo.
Publicado el domingo en el diario médico británico The Lancet, el estudio dirigido por Chris Bullen (Universidad de Auckland) “sugiere que el cigarrillo electrónico es comparable al parche de nicotina para ayudar a los fumadores a dejarlo por lo menos seis meses”.
En realidad, este estudio realizado sobre un total de 657 fumadores que querían dejar el tabaco, muestra un eficacia un poco mayor del cigarrillo electrónico aunque la diferencia se consideró “estadísticamente no significativa”.
MAS DATOS POSITIVOS
El cigarrillo electrónico resultó claramente más eficas que los parches para reducir el consumo de tabaco en quienes no consiguieron dejar del todo el cigarrillo clásico.
Un 57% de quienes probaron el e-cigarrillo consiguieron reducir a la mitad o menos su consumo de tabaco, contra un 41% de los que recurrieron al parche.
Por otra parte, el e-cigarrillo consigue fidelizar mucho más que los parches a los usuarios: un tercio de quienes probaron el cigarrillo electrónico siguieron utilizándolo después de probarlo, contra solo un 8% de los que se pusieron parches.
“Nuestros resultados no muestran diferencia muy clara entre e-cigarrillos y parches para dejar de fumar pero sí parece que los cigarrillos electrónicos son más eficaces para ayudar a los fumadores a reducir el consumo”, explica el profesor Bullen en un comunicado de The Lancet.
UNA DE CAL, OTRA DE ARENA
La Red Catalana de Hospitales Sin Humo y la Red de Atención Primaria, con el apoyo de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, han recomendado a todos los centros sanitarios que prohíban el uso de cigarrillos electrónicos porque se desconocen sus efectos nocivos. Las dos organizaciones sostienen que se desconoce si tienen algún efecto nocivo tanto para los que los consumen como para los que inhalan el vapor que emiten y también porque podrían contribuir a volver a normalizar el consumo de tabaco que se había conseguido "desnormalizar". Además, piden que se regulen estos cigarrillos con la misma ley que los normales.
El
uso de los cigarrillos electrónicos se está extendiendo por Cataluña,
siguiendo el mismo camino que otros países como el Reino Unido o Italia.
En Estados Unidos en sólo seis meses se ha duplicado el consumo de este
producto. En Cataluña no hay cifras todavía pero desde la Red de
Atención Primaria sin Humo y la Red Catalana de Hospitales sin Humo se
ha creído necesario dar el toque de alerta porque se ha constatado el
aumento.
En primer lugar, han explicado que todavía no hay estudios científicos que hayan demostrado que su uso sea una estrategia que contribuya a dejar de fumar o reduzca los riesgos del consumo del tabaco convencional. Sí hay indicaciones sobre que son menos tóxicos que los convencionales pero no se conoce con detalle cuáles son los componentes que contienen. Han alertado de que no hay información concluyente sobre la seguridad de su uso y los líquidos utilizados no están regulados.
El jefe de la Unidad de Tabaquismo del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y coordinador de la Red Catalana de Hospitales sin Humo, Esteve Fernández, ha explicado que hay dos tipologías: con y sin nicotina. Los primeros asegura que no satisfacen los consumidores y los segundos, aunque no llevan muchos de los contaminantes de las convencionales, sí llevan otros componentes en el líquido que se encarga de crear el vapor que se ha comprobado que tiene "propiedades irritantes y tóxicas ". Por ello, considera que deben hacerse los estudios adecuados para constatar que estos componentes no son nocivos para la salud.
El otro punto importante para aconsejar su prohibición es el hecho de que estas cigarrillos pueden jugar en contra del trabajo realizado hasta ahora para "desnormalizar" el consumo del tabaco. Ver a una persona con un cigarrillo electrónico crea " confusión "entre la ciudadanía que vuelve a ver cigarrillos en lugares donde se había logrado prohibir. De hecho, ha dicho que tienen constancia de que ya se está haciendo uso de estos productos en espacios públicos e incluso algún centro sanitario.
El miembro de la Comisión Técnica de la Red de Atención Primaria sin Humo, Juan Lozano, pidió que los cigarrillos electrónicos reciban "la misma consideración" que las convencionales y sean reguladas también por la ley antitabaco, con el objetivo de no dañar el trabajo realizado en la última década que ha permitido ir reduciendo el consumo de tabaco y ha permitido que la ciudadanía ya no lo vea como algo normal. "El 70% de la población no fuma y el más frecuente debe ser lo normal y se debe poder expresar en público", ha declarado.
Han alertado también de que estos dispositivos están "fuera del control sanitario o alimentario" y que se están comercializando desde tiendas electrónicas, como producto electrónico que es, y a través de un "marketing agresivo" que afirma que este producto ayuda a dejar de fumar cuando todavía no hay estudios que así lo demuestren. En este sentido, Fernández ha explicado que en otros países donde sí se han hecho estudios se ha comprobado que hay muchos consumidores que los utilizan de manera dual, es decir, no abandonan el tabaco.
En primer lugar, han explicado que todavía no hay estudios científicos que hayan demostrado que su uso sea una estrategia que contribuya a dejar de fumar o reduzca los riesgos del consumo del tabaco convencional. Sí hay indicaciones sobre que son menos tóxicos que los convencionales pero no se conoce con detalle cuáles son los componentes que contienen. Han alertado de que no hay información concluyente sobre la seguridad de su uso y los líquidos utilizados no están regulados.
El jefe de la Unidad de Tabaquismo del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y coordinador de la Red Catalana de Hospitales sin Humo, Esteve Fernández, ha explicado que hay dos tipologías: con y sin nicotina. Los primeros asegura que no satisfacen los consumidores y los segundos, aunque no llevan muchos de los contaminantes de las convencionales, sí llevan otros componentes en el líquido que se encarga de crear el vapor que se ha comprobado que tiene "propiedades irritantes y tóxicas ". Por ello, considera que deben hacerse los estudios adecuados para constatar que estos componentes no son nocivos para la salud.
El otro punto importante para aconsejar su prohibición es el hecho de que estas cigarrillos pueden jugar en contra del trabajo realizado hasta ahora para "desnormalizar" el consumo del tabaco. Ver a una persona con un cigarrillo electrónico crea " confusión "entre la ciudadanía que vuelve a ver cigarrillos en lugares donde se había logrado prohibir. De hecho, ha dicho que tienen constancia de que ya se está haciendo uso de estos productos en espacios públicos e incluso algún centro sanitario.
El miembro de la Comisión Técnica de la Red de Atención Primaria sin Humo, Juan Lozano, pidió que los cigarrillos electrónicos reciban "la misma consideración" que las convencionales y sean reguladas también por la ley antitabaco, con el objetivo de no dañar el trabajo realizado en la última década que ha permitido ir reduciendo el consumo de tabaco y ha permitido que la ciudadanía ya no lo vea como algo normal. "El 70% de la población no fuma y el más frecuente debe ser lo normal y se debe poder expresar en público", ha declarado.
Han alertado también de que estos dispositivos están "fuera del control sanitario o alimentario" y que se están comercializando desde tiendas electrónicas, como producto electrónico que es, y a través de un "marketing agresivo" que afirma que este producto ayuda a dejar de fumar cuando todavía no hay estudios que así lo demuestren. En este sentido, Fernández ha explicado que en otros países donde sí se han hecho estudios se ha comprobado que hay muchos consumidores que los utilizan de manera dual, es decir, no abandonan el tabaco.
La verdad que es muy real el hecho de que con tal de vender sus productos se dicen cosas de los cigarrillos electronicos que no son ciertas del todo.
ResponderEliminarPor dejar el cigarrillo
Saludos
El e-cig tiene o no, nicotina. No lleva mas de las 4000 sustencias toxicas del cigarrillo tradicional que está autorizada la venta sin la mas minima regulacion. La ANMAT lo prohibe por que tiene "nicotina: una substancia altamente nociva"...mientras autoriza la venta de parches y chicles "DE NICOTINA". ¿Contradicción? ¿Intereses de las tabacaleras? ¿Lobby de empresas? ¿Corrupción en el Min. de Salud?
EliminarNooooo....no hay que ser mal pensado, eh?
Ah...
Alberto Machado lo unico que quiere es vender su librito, patetico.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo personalmente hago caso omiso de la mayoría de información que circula por internet sobre el cigarrillo electrónico. En esta
ResponderEliminarpagina hay variedad de opiniones.