Hablamos hoy de algo importante: el papel de la nutrición en la fertilidad.
Hasta ahora, se ha hablado mucho de que la alimentación moderna, rica en grasas e hidratos de carbono, es responsable de un supuesto descenso en la calidad del semen de los varones de países desarrollados, pero los estudios siguen siendo minoritarios y contradictorios.Se ha demostrado que los productos lácteos enteros (sin reducción de grasa) afectan negativamente a la calidad del semen.
Estudios demostraron que los hombres que consumen tan sólo tres raciones de productos lácteos enteros tiene un semen con una calidad un 25% menor que los que mantienen esos productos fuera de su dieta. Así, tres vasos de leche entera al día no son recomendables para tener espermatozoides que, a la hora de la verdad, sepan llegar de forma rápida y fiable a su objetivo. Esto sucede porque la hormona femenina estrógeno, presente en la leche y proveniente de la vaca, sería la responsable de esta deficiencia.
Otros estudios asocian el consumo de carbohidratos no integrales con un descenso de la concentración seminal en hombres jóvenes. Otros dos trabajos han abordado un tema mucho menos estudiado: el impacto de la nutrición en pacientes que se están sometiendo a una fecundación in vitro (FIV). Ambos estudios observaron que las pacientes que tomaban más proteínas y menos carbohidratos tenían mayores tasas de ovocitos fertilizados que llegaban al estado de blastocito y, por lo tanto, mayores tasas de embarazo.
Estos estudios son sorprendentes y demuestran lo poco que sabemos sobre los efectos de los micronutrientes en las dietas y cómo afectan a la reproducción. Demuestran que hay todo un campo de estudio abierto y nos hacen plantearnos muchas preguntas, por ejemplo si son los carbohidratos los que son perjudiciales o el efecto inflamatorio del gluten presente en dichos carbohidratos.
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