Este virus produce una infección intestinal (o
gastroenteritis) que es la causa más común de diarrea severa en niños,
especialmente entre los 6 meses y 5 años de vida. En los casos más
graves, la deshidratación generada puede llegar a ser mortal.
Los adultos también pueden infectarse, aunque la enfermedad tiende a ser leve.
Este virus es muy contagioso, por lo que cualquier niño puede contagiarse.
El rotavirus puede sobrevivir durante varias horas en
las manos, y durante días en superficies sólidas como mesadas,
pasamanos, utensilios, etc. La principal vía de contagio es
la fecal-oral, por lo que puede ser:
- De persona a persona: Esto ocurre cuando una persona sana toca partículas de materia fecal de una persona infectada con el virus, y sin darse cuenta las introduce en su boca (por ejemplo, por no lavarse las manos adecuadamente).
La persona que padece la enfermedad mantiene su poder infeccioso en la materia fecal durante una semana.
- Consumo de agua o alimentos contaminados con el virus.Contacto con superficies en las que perdura el virus (un pañal, un juguete, ropa de cama, etc).
Básicamente, se manifiesta como una gastroenteritis de 3 a 8 días de duración, con:
- Vómitos explosivos.
- Diarrea acuosa a repetición (hasta 20 deposiciones por día).
- Fiebre.
- Dolor abdominal.
- Diarrea acuosa a repetición (hasta 20 deposiciones por día).
- Fiebre.
- Dolor abdominal.
El mayor peligro es la deshidratación, la que puede llegar a provocar la muerte, en especial en los bebés y niños pequeños. Por eso, ante la presencia de estos síntomas es importante acudir al médico rápidamente a un centro de salud.
Si el niño no tolera el tratamiento de hidratación oral
(por vómitos) puede ser internado para recibir hidratación por vía
endovenosa.
tomar medidas de cuidado e higiene ambiental que incluyan todos los utensilios y también los alimentos:
- Lavarse las manos con agua y jabón, en especial después de ir al baño y/o cambiar pañales, y antes de comer.
- Consumir agua segura. Si no hay
seguridad de que el agua sea potable, es preciso hervirla o
potabilizarla con dos gotas de lavandina por cada litro de agua.
- Mantener la lactancia materna durante el primer año de vida de los bebés, ya que disminuye el riesgo de contagio de esta infección en un 50%.
Frente a cuadros de gastroenteritis (diarrea y/o vómitos) se
recomienda aumentar la frecuencia de la lactancia (leche materna) en el
caso de los bebés, y brindar permanentemente agua a los niños más
grandes, a fin de evitar la deshidratación, antes y después de realizar
la consulta con el médico.
También ofrecerles una alimentación adicional y
adecuada y/o recibir más leche materna al día, durante dos semanas como
mínimo. Esto le ayudará a recuperar al niño la energía perdida como
consecuencia de la afección.
Asimismo, se recomienda que los niños con diarrea no
asistan a la guardería o jardín maternal, a fin de evitar el contagio
hacia otros niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario