¿Qué es la epilepsia?
- La epilepsia es un trastorno del cerebro. Las personas afectadas tienen ataques o convulsiones epilépticas repetidas. Es una enfermedad común que sufre hasta el 1% de la población.
- El ataque o crisis convulsiva se produce por descargas eléctricas excesivas y bruscas en las células del cerebro. Durante las crisis el niño no controla sus movimientos, lo que siente o hace.
- Hay crisis provocadas por: fiebre alta (las convulsiones febriles se dan en el 3% de todos los niños), bajada de glucosa en diabéticos, meningitis, golpes fuertes en la cabeza, drogas, intoxicaciones etc. No suelen ser epilepsia si desaparecen al recuperarse de la causa que las ha provocado.
- Una sola crisis no es epilepsia. En la epilepsia las convulsiones se dan más de una vez y se deben a una afección o condición del cerebro.
- La epilepsia no es una enfermedad psiquiátrica ni un retraso mental. No se contagia.
¿Qué síntomas puede presentar el niño epiléptico
Las descargas eléctricas pueden darse en una pequeña parte del cerebro (convulsión focal) o en todo el cerebro a la vez (convulsión generalizada).
Las crisis epilépticas duran segundos o minutos y a veces causan pérdida de conocimiento. Hay muchos tipos:
- CRISIS DE AUSENCIA (pequeño mal): el niño se queda con la mirada perdida o ausente unos segundos.
- CONVULSIÓN TÓNICO CLÓNICA GENERALIZADA (crisis de gran mal): con pérdida brusca del conocimiento, caída al suelo, rigidez y sacudidas de brazos y piernas.
- Otros síntomas pueden ser: crisis repetidas de falta de respuesta o niño aturdido, movimientos masticatorios, caminar sin rumbo, habla confusa, perdida brusca del tono muscular con caída, sensaciones o emociones extrañas, sacudidas masivas, súbita y breves de una o mas partes del cuerpo, etc.
A veces después de la crisis el niño tiene pérdida de orina y queda dormido o confundido un rato.
¿Qué puede causar la epilepsia?
- En más mitad de los casos, no se sabe la causa.
- Cada vez se identifican más factores genéticos (alteraciones de los genes o cromosomas) que se asocian con epilepsia.
- Las crisis se pueden deber a: anomalías en el desarrollo del cerebro, enfermedades neurocutáneas (afectan a la piel y al cerebro), síndromes epilépticos, enfermedades metabólicas o causas adquiridas como: falta de oxigeno en el embarazo o parto, parálisis cerebral, traumatismo, tumor, enfermedad cerebrovacular, infección o enfermedades inmunológicas del cerebro entre otras.
¿Cómo se diagnostica?
Lo fundamental es la clínica. Saber
como son las crisis: cuanto duran, tipo de movimientos, si hay pérdida
de conocimiento, partes del cuerpo afectadas. El neuropediatra hará una
historia y una exploración completa al niño. Después podrá pedir:
- Electroencefalograma (EEG): mide la actividad eléctrica del cerebro con unos sensores colocados en el cuero cabelludo. Busca cambios en la actividad eléctrica cerebral y puede localizar el lugar de la lesión. A veces, se debe hacer tras varias horas sin dormir. Es la mejor prueba para hacer el diagnóstico, tratamiento y pronóstico de la epilepsia.
- En ciertos casos se pueden tomar imágenes del cerebro con una TAC o una resonancia magnética si se sospecha una anomalía cerebral (quistes, cicatrices, tumores o malformaciones)
- A veces se piden: análisis de sangre y estudios genéticos.
¿Tiene tratamiento la epilepsia?
Sí, es una de las enfermedades del cerebro con un tratamiento más efectivo.
- Se suele iniciar el tratamiento con medicamentos antiepilépticos para frenar las crisis pero no curan la enfermedad. Si se toman con regularidad pueden controlar o reducir las crisis en torno al 80% de los casos. No todos los medicamentos funcionan igual en todos los niños.
- Hay distintas medicinas para los diversos tipos de crisis. A veces su médico tendrá que variar la dosis o el tipo de fármaco, o asociar varios si no hay un buen control de las crisis o los efectos secundarios son serios.
- La cirugía cerebral, la implantación de un marcapasos en el nervio vago o ciertas dietas pueden ser necesarias en los pocos niños en los que las crisis no ceden con medicamentos.
¿Qué puede desencadenar un ataque o convulsión epiléptica?
- A veces, las crisis pueden ser estimuladas por: fiebre, destellos fuertes de luces intermitentes (discotecas, TV, videojuegos), falta de sueño, cansancio, estrés, menstruación, alcohol o drogas en adolescentes.
- No tomar la medicación todos los días y a las dosis que se han indicado.
¿Se puede curar?
- Va a depender del tipo de epilepsia, si existe enfermedad asociada y si las crisis se controlan con la medicación.
- El pronóstico de la epilepsia en los niños suele ser mejor que en el adulto. De hecho muchas veces desaparece con el tiempo.
- A largo plazo, el 70% de los niños están libres de síntomas y de éstos el 60% sin tratamiento médico. La epilepsia sigue activa en el 30% y es intratable en el 10%.
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