Contra el acné, menos chocolate, azúcar, grasas y productos lácteos. Un estudio, recién publicado en 'Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics',
apuesta por incluir en el tratamiento médico algunas recomendaciones
alimentarias que podrían ayudar a mejorar esta alteración cutánea.
El 80% de los jovenes entre 12 y 18 años y entre el 3% (varones) y 12% (mujeres) de los adultos tiene acné. Dadas las estadísticas y, sobre todo, cómo les puede afectar en su calidad de vida (aislamiento social, depresion y ansiedad) resulta esencial establecer un buen tratamiento como ser el ncluir en la terapia médica una serie de directrices sobre la dieta. Concretamente, reducir el consumo de dulces, chocolate y alimentos grasos.
La asociación entre la dieta y el acné no es nueva. Ya en 1800 se hablaba de este tipo de restricciones alimentarias para mejorar el estado del acné. Sin embargo, los resultados de los estudios realizados al respecto no terminan de ser claros. Algunos trabajos científicos avalan esta relación y otros la desmienten.
Lo cierto es que en la práctica clínica, se da poco valor a la dieta en el tratamiento del acné. En el siglo XIX y principios del XX, todo se basaba en la alimentación, pero la verdad es que ahora hay mejores herramientas para tratar el acne.
Salvo casos muy concretos, no se ven brotes ni lesiones cutáneas causados por la ingesta de bollería y alimentos grasos. No es habitual. Por eso, en la consulta, más allá de recomendar una dieta equilibrada, como al resto de la población, no se suelen hacer prohibiciones alimentarias.
Una buena noticia para los amantes del cacao, ya que, de momento, sigue sin demostrarse que el chocolate sea perjudicial para el acné. El cacao, per se, no es perjudicial para la piel; aunque si alguien con tendencia acneica abusa del chocolate, y le suma bollería industrial, lácteos y otros alimentos ricos en grasas, sí puede estar perjudicando su piel.
Sobre la relación de la dieta y el acné se han escrito ríos de tinta y lo que sí tiene base científica demostrada, tal y como subraya el estudio y los dermatólogos españoles consultados, es que si algún tipo de alimento exacerba especialmente al acné, estos son los lácteos y aquellos con un alto índice glucémico.
Por lo demás, no hay que olvidar que el acné es un problema multifactorial, en el que influyen numerosos elementos (emocionales, hormonales, infecciosos …) y lo más acertado es establecer un tratamiento individualizado con cada paciente.
El 80% de los jovenes entre 12 y 18 años y entre el 3% (varones) y 12% (mujeres) de los adultos tiene acné. Dadas las estadísticas y, sobre todo, cómo les puede afectar en su calidad de vida (aislamiento social, depresion y ansiedad) resulta esencial establecer un buen tratamiento como ser el ncluir en la terapia médica una serie de directrices sobre la dieta. Concretamente, reducir el consumo de dulces, chocolate y alimentos grasos.
La asociación entre la dieta y el acné no es nueva. Ya en 1800 se hablaba de este tipo de restricciones alimentarias para mejorar el estado del acné. Sin embargo, los resultados de los estudios realizados al respecto no terminan de ser claros. Algunos trabajos científicos avalan esta relación y otros la desmienten.
Lo cierto es que en la práctica clínica, se da poco valor a la dieta en el tratamiento del acné. En el siglo XIX y principios del XX, todo se basaba en la alimentación, pero la verdad es que ahora hay mejores herramientas para tratar el acne.
Salvo casos muy concretos, no se ven brotes ni lesiones cutáneas causados por la ingesta de bollería y alimentos grasos. No es habitual. Por eso, en la consulta, más allá de recomendar una dieta equilibrada, como al resto de la población, no se suelen hacer prohibiciones alimentarias.
Una buena noticia para los amantes del cacao, ya que, de momento, sigue sin demostrarse que el chocolate sea perjudicial para el acné. El cacao, per se, no es perjudicial para la piel; aunque si alguien con tendencia acneica abusa del chocolate, y le suma bollería industrial, lácteos y otros alimentos ricos en grasas, sí puede estar perjudicando su piel.
Sobre la relación de la dieta y el acné se han escrito ríos de tinta y lo que sí tiene base científica demostrada, tal y como subraya el estudio y los dermatólogos españoles consultados, es que si algún tipo de alimento exacerba especialmente al acné, estos son los lácteos y aquellos con un alto índice glucémico.
Por lo demás, no hay que olvidar que el acné es un problema multifactorial, en el que influyen numerosos elementos (emocionales, hormonales, infecciosos …) y lo más acertado es establecer un tratamiento individualizado con cada paciente.
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