Quizás tenga muy claro que si quiere perder peso es importante hacer ejercicio y tomar una dieta equilibrada, pero lo que podría sorprenderle es que la falta de sueño contribuye al exceso de peso. Sin un adecuado descanso, las células grasas responden peor a la insulina, lo que podría conducir al sobrepeso y diabetes. Eso es lo que concluye un pequeño estudio en el que se ha averiguado el mecanismo biológico que está detrás del vínculo obesidad y falta de sueño.
Se ha encontrado que las células grasas [o adipocitos] necesitan 'dormir' para funcionar adecuadamente, Aunque la grasa no cuenta con buena fama, tiene una importante función en el cuerpo humano. Las células de este tejido se encargan de almacenar de forma segura los lípidos (las moléculas grasas), pero cuando estas células dejan de responder a la insulina del organismo empiezan también a realizar peor su trabajo de almacenaje y los lípidos quedan en el torrente sanguíneo, lo que supone un estado previo a la diabetes tipo 2.
Diferentes estudios epidemiológicos han venido apuntando que aquellas personas que duermen mal tienen peor resistencia a la insulina y cuentan con un mayor sobrepeso. Sin embargo, hasta ahora no había ninguna investigación que mostrara la causa biológica de esa relación.
Lo que se comprobó es que después de dormir poco, las células grasas tenían una sensibilidad a la insulina un 30% menor, debido a que estas células realizaban peor la fosforilación (una reacción química) de una proteína denominada Akt, crucial para la respuesta a la insulina. Esta reducción (del 30%) es comparable a la diferencia que se da entre las células de una persona obesa y las de una persona delgada o la que se observa en las de una persona con diabetes y otra sin este trastorno.
Los resultados apuntan a una mayor influencia del sueño sobre las funciones del cuerpo humano, incluidas el metabolismo, el tejido adiposo, la función cardiovascular y posiblemente más. Estos datos respaldan la búsqueda de estrategias para contrarrestar todo lo que amenace la duración y la calidad del sueño como objetivo para mejorar la salud tanto de las personas como de la sociedad. Este trabajo es un estudio interesante, pues identifica unas alteraciones moleculares concretas que experimenta el organismo ante una limitación (severa) de las horas de sueño.
(condensado de EL MUNDO)
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