El que sabe calla, y el que calla otorga. Otorga la posibilidad de poder disfrutar del regalo del silencio, de un momento a solas consigo mismo, de disfrutar del camino cuando los demas se enzarzan en disputas sobre el destino. De recibir como regalo un minuto mas de uno mismo cuando otros podrian creer que se recibe una tonelada de desprecio.
El silencio es muestra de dominio y de control. De posesion sobre las pasiones y de necesidad del entorno mas que de autosuficiencia egoista, porque solo el que calla sabe cuanto necesita oir de lo que le rodea para enfrentar su destino. Es la materia de la cual surgen las grandes ideas. Quien no habla, es porque se entiende a si mismo. Es la voz potente que, sin palabras, hace callar al ego.
Quien te regala el silencio como respuesta, premia tu grito desaforado como pregunta con una satisfactoria muestra de amor incondicional. Te otorga la posibilidad de resolver tus dilemas por ti mismo sin necesidad de deberle favores a alguien. De reconsiderar tu interior con respuestas propias antes que ensayar formulas ajenas. De demostrar cuanto de valor existe en tu determinacion antes que en el arrastrarse por caminos antes ya transitados. Te regala, a decir de Pitágoras, la primera piedra del templo de la filosofia.
Cuenta Anthony de Mello en "Quien puede hacer que amanezca" que los discípulos de cierto Maestro estaban enzarzados en una discusión sobre la sentencia de Lao Tse: “Los que saben no hablan; los que hablan no saben”. Cuando el Maestro entró donde aquéllos estaban, le preguntaron cuál era el significado exacto de esas palabras. El Maestro les dijo:
"¿Quién de vosotros conoce la fragancia de la rosa?”. Todos la conocían. Entonces les dijo:
"Expresadlo con palabras".
Y todos guardaron silencio.
El silencio expresa sin palabras lo que las palabras jamas explicaran, por mas potentes, claras y tenaces que sean en su intervencion.
(...perdon si molesto...)
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