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viernes, 15 de mayo de 2009

El Sindrome del Pitufo Gruñon y otras consideraciones sobre Neurosexualidad




Con cierta coincidencia (co-incidencia = dos cosas que "inciden" en un punto, no necesariamente al azar) he leido hoy en la red dos articulos muy interesantes sobre Neurosexualidad, algo que creo que debo abordar en algun articulo o libro dentro de mi pasion que es escribir sobre esto.

El primero es sobre el "Síndrome del Pitufo Gruñón" o "síndrome de irritabilidad masculina" (SIM) que se basa, según los especialistas que lo han descrito, en una deficiencia en el nivel de testosterona, también causante de otros cuadros depresivos, informó el sitio Construyamos Salud. Los que describieron el sindrome aseguran que en los hombres la depresión es mucho más difícil de diagnosticar que en las mujeres, debido a las diferencias con las que se presenta. Para Eduardo Kalina, psiquiatra y docente de la Universidad de El Salvador, "es notorio que los estudios demuestren que los casos de depresión femeninos duplican a los del hombre. Pero la tasa de suicidios, dependiendo de la edad y del contexto social, es de 3 a 15 veces mayor en el sexo masculino, hecho que alerta acerca de lo poco y mal que aún se diagnostican las depresiones".

No obstante, sigue diciendo el estudio, el "Síndrome del Pitufo Gruñón" sería mucho más fácil de reconocer, ya que está asociado directamente con un descenso en el nivel de testosterona y con lo que se conoce como Andropausia o "Menopausia masculina", que afecta al 25% de los mayores de 50 años. Esta hormona baja a un ritmo de 1,5% anual a partir de esa edad.

Un estudio realizado por el psicoterapeuta norteamericano Jed Diamond en 2004 alertó sobre la problemática que observaba, desde hacía unos años, en su consultorio: hombres de 40 ó 50 años se acercaban con síntomas como disminución de energía, de vitalidad (especialmente en el área sexual), menos ganas de vivir y cambios en el humor.

Según Diamond, las características centrales del SIM son cuatro, a las que llama "Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis": hipersensibilidad, ansiedad, frustración y cólera. Otros rasgos de este mal son enojo, impaciencia, culpabilidad, insatisfacción, sarcasmo, falta de autoestima, tensión nerviosa, abandono, tristeza, hostilidad, sensación de no ser querido, conducta desafiante y demandante.

La baja en el nivel de testosterona, que también lleva a cuadros depresivos crónicos, puede solucionarse con terapias hormonales específicas, que transforman a ese "pitufo gruñón" en una persona con alegría de vivir.


Otro estudio habla de que existiria una relacion interesante entre el sexo y los cambios conductuales en hombres y mujeres.
En efecto, existe una máxima que afirma que las mujeres que pasan una larga temporada sin tener sexo se vuelven malhumoradas, irritables, difíciles de tratar. Esto es un mito machista o es la pura realidad??

Esta versión está profundamente arraigada en la sociedad latinoamericana y en nuestro pais. Quién no dijo o escuchó alguna vez decir que tal está " mal atendida "?. Pero, ¿realmente la falta prolongada de sexo altera el carácter? ¿Resulta mucho más nocivo para las mujeres que para los hombres?

En principio, los especialistas indican que lo más importante es dilucidar qué llevó a la persona al celibato. "Hay personas que no tienen relaciones por cuestiones políticas o religiosas. El problema se produce cuando alguien quiere, pero no encuentra con quién, eso es lo que genera mayor malestar", explica María Cristina Castillo, Psicoanalista y supervisora de Pareja y Familia en Centro Dos de Buenos Aires, Argentina.

Lo que ocurre, además, es que muchas veces aquello que culturalmente se postula como causa del malestar es en realidad una consecuencia. "Lo que malhumora no es no llegar al acto en sí sino no encontrar a la otra persona. Es eso lo que pone mal, porque una persona con características depresivas no lo es sólo porque no tiene sexo, sino porque hay una estructuración depresiva que le impide conectarse con el exterior", indica la especialista.

El sexólogo Norberto Litvinoff explica que "cuando cogés (sic) el cuerpo se te llena de unas hormonas que se llaman endorfinas, que tienen la misma estructura que tiene la marihuana, o muy parecida, que produce felicidad. La vida sexual produce felicidad, la caricia, el abrazo, el mimo... para las personas sentirse amadas es importante".

Para el sexólogo esa falta no es más nociva en mujeres que en hombres."Habrá alguna que está malhumorada porque no se la cogieron (sic)y habrá otras que están malhumoradas porque se las cogieron mal" (sic). Lo mismo ocurre con el hombre: " muchas de sus adicciones surgen de la falta de sexo con sus esposas. Algunas por el típico dolor de cabeza, y otras porque se abren de piernas (sic) pero no trasmiten nada. Entonces, en muchos casos sobreviene el malhumor".

La psicóloga clínica y sexóloga Alcira Camilucci acuerda : " Los varones son más proclives al enojo. La falta de sexo, en general, puede producir irritabilidad". Frente a esta situación, el consejo es simple: "Si tiene ganas y no tiene sexo hoy en día la masturbación está más naturalizada. Es una opción".

La licenciada Castillo cree que la diferencia en la estructura psíquica de hombres y mujeres es determinante. "Una mujer para acceder a un acto sexual requiere de un cuento de hadas. Un hombre no. Un hombre quiere, y si pasa mucho tiempo sin tener sexo no se lo tilda de malhumorado, se lo acusa de masturbarse mucho".

En fin, un lindo tema para el debate y para aprender... si los hombres nos malhumoramos por falta de hormonas y si ambos sexos no somos felices por falta de intimidad...


(...perdon si molesto...)

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