'Jugar, fumar y beber, no es cosa de jovencita ni de mujer', decía un
proverbio español. Lo que hace apenas 60 años era el hábito de pocas
féminas, cuyo cigarrillo en mano se consideraba impropio de mujeres
decentes, al pasar los años se hizo tan común como llevar vaqueros o
conducir, pero de forma negativa. Según señalan varios estudios, la equiparación también está llegando a los problemas de salud.
Cada vez más mujeres pasan por consulta aquejadas de cáncer de pulmón o
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), dos de los trastornos
más comunes asociados con el tabaquismo.
Así lo contemplan desde la revista 'The New England Journal of Medicine' que en dos artículos y una editorial demuestran cómo la incidencia de las enfermedades relacionadas con el tabaco en las mujeres, especialmente el cáncer de pulmón, se acerca peligrosamente a los niveles detectados en los varones, que ya supone el tercer cáncer más frecuente en ellos (aunque va decreciendo) y también de los más mortales.
Así lo contemplan desde la revista 'The New England Journal of Medicine' que en dos artículos y una editorial demuestran cómo la incidencia de las enfermedades relacionadas con el tabaco en las mujeres, especialmente el cáncer de pulmón, se acerca peligrosamente a los niveles detectados en los varones, que ya supone el tercer cáncer más frecuente en ellos (aunque va decreciendo) y también de los más mortales.
El camino de la
mujer fumadora en los países donde antes se generalizó el consumo,
independientemente del sexo del fumador, sigue un patrón similar al de los hombres,
pero con un desfase de unos 20 años: En los varones el tabaco comenzó
siendo un hábito para las clases más acomodadas, pasando más tarde a
generalizarse y siendo ahora, por ejemplo, un importante problema en las
clases más bajas. Con ello, se han conocido antes los datos de los
trastornos asociados al tabaquismo en ellos, la mortalidad directamente
relacionada con los cigarrillos y se han hecho campañas contra el tabaco
dirigidas a los hombres jóvenes para parar las altas cifras.
En las mujeres se vive un proceso parecido.
Si el pico más alto en el consumo de tabaco fue el de los años 80, es ahora cuando estamos en la fase de conocer sus efectos perjudiciales en ellas
que, el doctor Michael J. Thun, vicepresidente emérito de la Sociedad
Americana del Cáncer resume en la frase: "si fumas como un hombre,
morirás como un hombre".
Thun realizó un estudio en EEUU que abarcan 50 años de análisis sobre la mortalidad relacionada con el tabaquismo dividido en tres periodos: 1959-1965; 1982-1988 y 2000-2010. En estos datos, el autor muestra su sorpresa al encontrar que "las mujeres que fumaban en la década de los 60, tenían un riesgo de morir por cáncer de pulmón 2,7 veces mayor que el de las féminas que no fumaban", explica en las páginas del 'New England'. "En el segundo periodo, la diferencia se situaba en 12,65, pasando, con los datos más actuales, a una probabilidad de 25,7 veces mayor que una no fumadora", indica.
¿Y cuál es la diferencia respecto a los hombres? "En ellos hemos comprobado que la tendencia se ha estancado en los datos de los años 80. Si en los años 60 el riesgo de padecer un cáncer de pulmón era de 12,22 más que en los no fumadores, ahora es 25 veces superior respecto a los que no fuman, apenas un punto más que en la década de los 80", afirma Thun. Así, Thun remarca que los riesgos, tanto para este cáncer como para otras enfermedades asociadas al tabaco entre ambos, sexos se están equiparando en los últimos 20 años.
"El tabaco es responsable del 6% de la totalidad de las muertes por todas las causas en el mundo, del 42% de las muertes por cáncer y del 71% de los fallecimientos por cáncer pulmonar. Respecto al humo ambiental del tabaco, lo que se ha llamado fumadores pasivos, el 64% de las muertes que se producen en el mundo por esta causa se corresponde a mujeres, aunque también incide peligrosamente en los niños", indica.
¿Qué se puede hacer para evitar estas cifras? El segundo estudio del 'New England' da la solución: dejar de fumar y cuanto antes, mejor. Utilizando la Encuesta Nacional de Salud de EEUU, el doctor Prabhat Jha, observó que la mortalidad de los fumadores de ambos sexos era tres veces superior a los que no fumaban y que las enfermedades por la que fallecían eran en un 60% atribuible directamente al tabaco.
Thun realizó un estudio en EEUU que abarcan 50 años de análisis sobre la mortalidad relacionada con el tabaquismo dividido en tres periodos: 1959-1965; 1982-1988 y 2000-2010. En estos datos, el autor muestra su sorpresa al encontrar que "las mujeres que fumaban en la década de los 60, tenían un riesgo de morir por cáncer de pulmón 2,7 veces mayor que el de las féminas que no fumaban", explica en las páginas del 'New England'. "En el segundo periodo, la diferencia se situaba en 12,65, pasando, con los datos más actuales, a una probabilidad de 25,7 veces mayor que una no fumadora", indica.
¿Y cuál es la diferencia respecto a los hombres? "En ellos hemos comprobado que la tendencia se ha estancado en los datos de los años 80. Si en los años 60 el riesgo de padecer un cáncer de pulmón era de 12,22 más que en los no fumadores, ahora es 25 veces superior respecto a los que no fuman, apenas un punto más que en la década de los 80", afirma Thun. Así, Thun remarca que los riesgos, tanto para este cáncer como para otras enfermedades asociadas al tabaco entre ambos, sexos se están equiparando en los últimos 20 años.
"El tabaco es responsable del 6% de la totalidad de las muertes por todas las causas en el mundo, del 42% de las muertes por cáncer y del 71% de los fallecimientos por cáncer pulmonar. Respecto al humo ambiental del tabaco, lo que se ha llamado fumadores pasivos, el 64% de las muertes que se producen en el mundo por esta causa se corresponde a mujeres, aunque también incide peligrosamente en los niños", indica.
¿Qué se puede hacer para evitar estas cifras? El segundo estudio del 'New England' da la solución: dejar de fumar y cuanto antes, mejor. Utilizando la Encuesta Nacional de Salud de EEUU, el doctor Prabhat Jha, observó que la mortalidad de los fumadores de ambos sexos era tres veces superior a los que no fumaban y que las enfermedades por la que fallecían eran en un 60% atribuible directamente al tabaco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario