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jueves, 3 de junio de 2010

LA MIGRAÑA: EL COMPAÑERO INDESEABLE DE MUCHOS


Definición
 
La migraña es una alteración que causa episodios (ataques) de dolor de cabeza.
Ni todos los dolores de cabeza son migrañas, ni todas las migrañas cursan con dolores de cabeza. La cefalea o dolor de cabeza es una de las formas más comunes de dolor. Aunque su causa es desconocida, el dolor que la produce se debe a una dilatación de las arterias situadas en el cráneo.


Una migraña es un dolor de cabeza recidivante, pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos. El dolor empieza repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales.

Aunque la migraña puede iniciarse a cualquier edad, generalmente empieza en personas entre 10 y 30 años de edad. A veces desaparece después de los 50 y es más frecuente en mujeres que en varones. Si se tiene en cuenta que más del 50 por ciento de las personas con migraña tienen familiares que también la padecen, es de suponer que la tendencia puede estar transmitida genéticamente. En general, el dolor de la migraña es más grave que las cefaleas tensionales.
 
La migraña o jaqueca, es el dolor más frecuente de cabeza. Se presenta en el 10% de la población en México, y es el doble de frecuente en la mujer. Es más común en personas entre los 20 a 50 años, aunque también se dan casos en niños de 3 a 5 años.
 
Tipos de Migraña
 
Existen varios tipos de migraña. La más frecuente  es la Migraña Común o Clásica, que se caracteriza por el dolor en mitad de la cabeza, con un dolor pulsátil que se inicia en la frente, sien y puede abarcar el ojo y extenderse al otro lado de la cabeza. A veces va asociado a náusea e intolerancia del ruido y la luz. En la Migraña Clásica hay aviso de que el dolor se inicia (aura), con pródromos (sintomas menores que aparecen antes del sintoma principal) visuales como manchas o destellos luminosos. El dolor puede variar de intensidad, de leve a muy intenso y desesperante. Existen otras variedades como la Oftálmica, la Vasomotora (hemipléjica), la Migraña Menstrual, asociada a la ansiedad y depresión de “esos días”.

Otras variedades complicadas con el sistema simpático y el nervio trigémino, muy dolorosas llamada Migraña neurálgica o de Cluster, más frecuente en el hombre, se presenta alrededor del ojo y sien, dolor que se extiende a la nuca, oído y a la mitad de la cabeza, generalmente afecta a un solo lado, con dolor de tipo opresivo, pulsátil y lacerante.


Causas
 
En realidad la causa no se conoce. Una teoría es que las arterias del cerebro se contraen y se hacen angostas y posteriormente se dilatan (vuelven a abrirse), pero en forma repentina y causan el dolor de cabeza; en forma gradual las arterias regresan a su estado normal. También se cree que existan algunos químicos en el cerebro que aumentan la actividad además de los cambios en las arterias. Pero sigue sin conocerse por qué las personas presentan estos cambios. Aunque existen factores que pueden desencadenar un ataque de migraña.

El dolor de cabeza puede presentarse sin motivo aparente; sin embargo existen ciertas condiciones que hacen que se desencadene la migraña, por ejemplo:
  • Dieta: comer demasiado, alimentación irregular, ciertos quesos, chocolate, vino tinto, frutas cítricas , frutillas, cerezas, y alimentos con tiramina (un conservador de alimentos presente en casi todos los alimentos envasados)
  • Medio ambiente: fumar, luces intensas, ruido excesivo, olores intensos.
  • Factores psicológicos: depresión, ansiedad, enojo, tristeza, etc.
  • Medicamentos: tratamientos anticonceptivos o de reemplazo hormonal, medicamentos para dormir.
  • Otros: periodo menstrual, cambio de trabajo, alteración de los patrones del sueño o la menopausia. 
Las causas exactas de las migrañas se desconocen, aunque se han estudiado varias teorías. Actualmente se cree que la migraña es un trastorno constitucional con base genética. Las causas desencadenantes son difíciles de identificar y diferentes en cada personas, pero las más frecuentes son:
  • Herencia: Aunque la forma de herencia no está totalmente establecida, en algunas formas especiales de migraña ya se ha identificado el gen que la transmite situado en el cromosoma 9.
  • Edad: En la infancia la migraña se presenta por igual en niños y niñas. A partir de la pubertad y debido a los cambios hormonales, se dispara la incidencia de migraña en las mujeres. Mas adelante hablo un poco de la Migraña en la infancia.
  • Estrés y ansiedad: Es necesario aprender a relajarse, buscar alguna distracción en momentos estresantes.
  • Hormonas: Lo más frecuente es padecer una o dos crisis al mes, fundamentalmente en la época de primavera y otoño, y éstas pueden llegar a durar de 4 a 72 horas. Además del intenso dolor de cabeza estas dolencias van acompañadas de otros síntomas como náuseas, fotofobia o vómitos. En menor medida pueden provocar irritabilidad, anorexia, vértigos y mareos. La migraña suele empeorar con la ovulación y la menstruación, así como con la toma de anticonceptivos orales. El embarazo, sin embargo, suele mejorar transitoriamente la migraña y muchas mujeres mejoran extraordinariamente cuando desaparece la menstruación (menopausia).
  • Ingestión de alcohol y dieta: Algunos alimentos y bebidas pueden desencadenar ataques de migraña. Por ejemplo, el alcohol, especialmente el vino tinto o burdeos; las comidas con glutamato monosódico MSG; productos que contienen tiramina; o las carnes en conserva con nitratos.
  • Falta o exceso de sueño: También puede ser un desencadenante de la migraña.
  • Factores medioambientales: El tiempo o los cambios de temperatura, las luces deslumbrantes o las fluorescentes, las pantallas de ordenador, los fuertes olores y las elevadas altitudes.
La migraña no es exactamente una alteración que se hereda, aunque se han visto familias completas afectadas por el padecimiento. 


  • Duran de 4 a 72 horas, separadas por intervalos sin dolor.
  • Suelen ser unilaterales, es decir, que el dolor solo afecta a uno de los lados de la cabeza.
  • Suelen ser pulsátiles, es decir, sintiendo latidos en el lugar del dolor.
  • La intensidad es variable, siendo desde moderada a grave.
  • Empeora con la actividad física.
  • Suele acompañarse de nauseas y/o vómitos y foto o fono fobia

Signos y síntomas

No se dispone de ninguna prueba de laboratorio que sea útil para el diagnóstico de la migraña, aunque, debido a su patrón específico del dolor, suele resultar fácil identificarla. Alrededor del 20 por ciento de las personas manifiestan síntomas de depresión, irritabilidad, inquietud, náuseas o falta de apetito, que aparecen unos 10 a 30 minutos antes de iniciarse el dolor de cabeza (período denominado aura o pródromo).

Un porcentaje similar de personas pierde la visión en un área específica (denominado punto ciego o escotoma), o perciben luces dispersas o centelleantes; con menos frecuencia sufren una distorsión de las imágenes, como por ejemplo, cuando los objetos parecen más pequeños o más grandes de lo que en realidad son. Algunas personas experimentan sensaciones de hormigueo o, con menor frecuencia, debilidad en un brazo o pierna. Es habitual que estos síntomas desaparezcan poco antes de iniciarse la cefalea, pero a veces se mezclan con el dolor.

Migraña sin aura. Este es el tipo más frecuente de migraña e incluye:
  • Dolor de cabeza, generalmente en un solo lado del cráneo, aunque algunas veces se presenta en ambos lados. El dolor es moderado a intenso y frecuentemente se describe como “punzante”. Los movimientos de la cabeza hacen que el dolor empeore. Frecuentemente comienza en la mañana, aunque puede presentarse a cualquier hora del día. El dolor gradualmente empeora y puede durar de 4 a 72 horas.
  • Náusea, Vómito
  • Acúfenos (escuchar pequeños ruidos)
  • Fosfenos (ver unas pequeñas luces como destellos)
  • Falta de apetito
  • Visión borrosa
  • Disminución de la capacidad de concentración
  • Nariz congestionada
  • Diarrea
  • Sensación de hambre
  • Dolor abdominal
  • Palidez en la piel
  • Sudoración
  • Sensación de frío y calor.
Migraña con aura. Aproximadamente una de cada cuatro personas con migraña tienen aura. Los síntomas son similares a los de la migraña sin aura, pero también incluye un aura (que es un signo de alerta) antes de que comience el dolor de cabeza.
  • El aura visual es el tipo más frecuente: pérdida temporal de una parte de la visión o destellos de luz.
  • Adormecimiento de las manos que se corre hacia el brazo y que puede llegar a la boca, los labios y la lengua.
  • Problemas para hablar.

Diagnóstico
 
La historia clínica meticulosa es esencial para la evaluación de cualquier paciente con dolor de cabeza y debe cuestionarse sobre:
  • Edad de inicio
  • Antecedentes familiares
  • Localización del dolor
  • Duración
  • Características
  • Intensidad
  • Modo de inicio
  • Factores que agravan o precipitan el dolor
  • Factores que alivian el dolor
  • Evaluación neurológica y oftálmica (ojos)
  • Uso de medicamentos, esquema y eficacia de los mismos
  • Uso de cafeína
  • Antecedentes de golpes
  • Estudios radiográficos

Tratamiento
 
Aunque todas las migrañas están asociadas con el dolor, difieren en su severidad y su frecuencia. Por ello es necesario crear un tratamiento a medida que atienda las necesidades individuales de cada enfermo. La medicación intensa es empleada para tratar cefaleas determinadas y deben usarse rápidamente en la fase inicial. En ocasiones también son efectivas para la reducción de otros síntomas del ataque, como las náuseas, los vómitos o la sensibilidad al ruido o la luz. Las terapias preventivas son empleadas de forma diaria para prevenir los ataques o reducir su frecuencia y severidad. 

Dentro de estas terapias se encuentran las farmacológicas y las no farmacológicas, como las terapias físicas y de comportamiento. Por último, los medicamentos de rescate se aplican cuando la medicación intensa falla. Generalmente pueden administrase en casa, aunque algunas terapias más agresivas que requieren inyecciones intramusculares o intravenosas se dan en el consultorio médico o en el servicio de urgencias. Este tratamiento puede causar somnolencia, lo que resulta adecuado para aliviar el dolor, aunque algunos pacientes se quejan porque les impide continuar con sus actividades cotidianas. Existen cuatro agentes diferentes para el tratamiento individual de las migrañas:
  • Analgésicos.
  • Antieméticos.
  • Ergotamina.
  • Triptanes. Algunos tratamientos combinan varios agentes, pero su abuso puede agudizar el problema en lugar de aliviarlo. Existen además varias terapias no farmacológicas que están siendo utilizadas con éxito en el abordaje o prevención de las cefaleas:
  • La terapia de retroalimentación eléctrica monitoriza las sensaciones del cuerpo, desde la temperatura hasta la tensión muscular. Conocida esta información, el paciente intenta mejorar el control sobre la tensión muscular y la temperatura con el fin de eliminar los síntomas asociados a las cefaleas y reducir la frecuencia y severidad de los ataques.
  • Terapia cognitiva: consiste en aprender a controlar los pensamientos y reducir los de naturaleza negativa. Esto permite que el enfermo controle el estrés y las situaciones en la que es probable que se desencadene un ataque.

Dentro de los tratamientos disponibles se incluyen:

PREVENTIVO
  • Los betabloqueantes, se utilizan cuando un paciente tiene migraña y es muy ansiosos o padece de hipertensión arterial. (Atenolol, Propanolol, etc...)
  • Los antagonistas del calcio como la flunaricina, es eficaz pero produce aumento de peso y sueño, por ello su uso queda limitado a ciertos casos.
  • Los antidepresivos como la amitriptilina suele indicarse cuando el paciente es depresivo, pero puede dar sueño y aumento de peso.
  • Los antiepiléticos, (Valproato, Topiramato) se utilizan en migrañas con aura y muy frecuentes. Pueden producir alteraciones de peso, caída del pelo, hormigueos y pérdida de concentración por lo que se debe ajustar la dosis mínima eficaz.
Todos los tratamientos preventivos muestran su eficacia pasados los primeros meses, hay que dejar pasar un tiempo para ver su eficacia.

Como tratamiento preventivo no medicamentoso no se ha visto nada eficaz excepto en llevar una vida muy rutinaria, dormir los necesario - pero no más-, comer adecuadamente - pero no mucho- y estar tranquilo evitando el estrés.

En ocasiones y por diversas circunstancias hay pacientes que precisan tratamiento continuado para mejorar su calidad de vida, estos casos son:
  1. Cuando un paciente con migraña tenga más de 3 ataques al mes.
  2. Cuando los ataques sean menos frecuentes pero muy incapacitantes para su vida normal laboral o social.
  3. Cuando los analgésicos que se utilizan para la cefalea se toleren mal, no sean eficaces o no se puedan tomar por diversas razones.
  4. Cuando la migraña tenga síntomas graves asociados como la parálisis motora del parte del cuerpo o problemas importantes de visión alterada o vértigos. 

Las Migrañas en los niños

Antes de la pubertad no hay diferencias entre la cantidad de niños y niñas que padecen cefaleas, pero tras esta fase de la vida la migraña es mucho más común en las adolescentes. En algunas ocasiones finalizan en la adolescencia, pero pueden volver cuando se alcanza la edad adulta. Los niños más pequeños suelen sufrir migrañas en las dos partes de la cabeza, mientras que los mayores suelen sentirlo en una parte sólo. Afortunadamente los ataques son más cortos en los niños que en los adultos. 

Los síntomas relacionados más comunes en los niños son la náusea y los vómitos, la diarrea, un aumento de la necesidad de orinar, sudores, sed, e hinchazón. Las "auras" visuales no son tan comunes en los niños como en los adultos. Frecuentemente los dolores de cabeza provocados por la migraña se atenúan en un año, incluso sin tratamiento. Al igual que en los adultos, hay que identificar y evitar los factores que provocan las crisis o las potencian. Los médicos suelen recomendar mantener una hora fija para acostarse y para comer y evitar una sobrecarga de actividades. Los tratamientos no farmacológicos, como la biorretroalimentación o las técnicas de relajación se recomiendan especialmente en los niños de esta edad, que suelen ser más receptivos a estas terapias que los adultos. Si fuese necesario el tratamiento con medicamentos, el médico comenzará empleando un solo analgésico.

Las combinaciones de estos fármacos que se emplean en los adultos se recetan en dosis menores. Dependiendo de la frecuencia, duración e intensidad de los dolores de cabeza, y de la respuesta del niño al analgésico, se puede recetar un plan de tratamiento farmacológico preventivo.


Consejos a tener en cuenta:

  • Mantener un diario. En él ha de escribirse lo siguiente:
  • La fecha y el momento en el que comienza cada cefalea y su duración
  • Cualquier otro signo de migraña, tales como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz, sonido u olores; o aura.
  • Cualquier causa que pueda provocar un ataque.
  • En las mujeres, el día de comienzo del periodo menstrual. Con toda esa información, un médico podrá identificar el patrón de los dolores de cabeza y ajustar el tratamiento.
  • Pedir a un amigo o familiar que ayude a vigilar los síntomas de aviso de los dolores de cabeza. Estos síntomas de advertencia pueden ocurrir en cualquier momento, bien pocas horas, o pocos días antes de que el dolor de cabeza comience. Pueden ser variados: sed; bostezos, fatiga, depresión, euforia, irritabilidad, mareos, sensibilidad a las luces o sonidos, tortícolis, sentimiento de frío, mayor necesidad de orinar, diarrea, estreñimiento…
  • Tener siempre consigo una dosis de los fármacos prescritos por el médico y tomar los medicamentos de la forma descrita por el médico
  • Consumir sólo los medicamentos prescritos por el médico. No utilizar dosis más altas de las recomendadas. No dejar de tomarlos sin consultar antes con el médico. Algunos fármacos hay que dejar de consumirlos gradualmente para evitar efectos secundarios no deseados.
  • Si no se ha podido tomar una dosis, hacerlo tan pronto como sea posible -excepto si es el momento de la toma de la siguiente. En ese caso olvidar la anterior, ya que no se deben doblar las cantidades recomendadas.
  • Después de tomar un fármaco contra las cefaleas, túmbese en la oscuridad, en una habitación silenciosa hasta que el dolor comience a mejorar.
  • Recuerde que usted y su médico son socios en su cuidado. Es por su bien seguir los consejos de su médico, y hacer todos los cambios en el estilo de vida que puedan ayudar a controlar las cefaleas. 
  • EN CUALQUIER CASO CONSULTE SIEMPRE AL MEDICO ESPECIALISTA (NEUROLOGO O NEUROCIRUJANO) PARA UN DIAGNOSTICO CORRECTO

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