Generalmente en el futbol una pelota que no entra, no es gol. Sin embargo Luy Clark de Cambridge examino por RMN funcional a voluntarios sometidos a un juego de azar simulando una maquina tragamonedas. Su sistema cerebral de recompensa, como es logico, se activaba plenamente en los aciertos y no lo hacia con los fallos bien claros y notorios. Sin embargo cuando la maquina se detenia en un puesto de la linea cercano al pleno de la linea de pagos (es decir, donde se gama), el sistema cerebral de recompensas de los voluntarios se excitaba lo mismo que cuando se ganaba.
Esto es facil de demostrar. Cuantas veces no hemos fallado una simple loteria o un sorteo barrial por unos numeros y nuestro cerebro regocijarse por ello? Lo que constataron estos investigadores de Cambridge fue que el estriado y en la insula de los voluntarios habia tanta actividad en las derrotas "por poco" como en las victorias o aciertos. Estas dos estructuras son participantes en el refuerzo de la conducta al proporcionar una retroalimentacion positiva.
Este tipo de conductas son necesarias en habilidades relacionadas a la adquisicion de destrezas como por ejemplo tirar al blanco, de manera tal a ir mejorando las mismas. Sin embargo, fallar por poco en un juego de puro azar no significa para nada una mejoria, aunque el cerebro active el mismo mecanismo de refuerzo del aprendizaje.
Esto tiene un significado muy claro en cuanto busquemos desentrañar el complejo tema de las adicciones a las apuestas. En ninguno de los sujetos de experimentacion citados habia una adiccion previa a las apuestas, sin embargo se constato mas deseo de seguir jugando tras los "cuasi aciertos".
Por ello no les parece que si estas areas cerebrales de recompensa se vieran excesivamente estimuladas podrian desencadenar un poderoso factor de ludopatia?
La pregunta queda para ustedes...
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