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lunes, 11 de enero de 2010

EL PUNTO G AUN NO APARECE...





La letra G que da nombre al punto más famoso de la historia es una deuda con la inicial de su descubridor, el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, que localizó esta zona especialmente erógena de la vagina femenina en el año 1950. Sin embargo, más de medio siglo después de su hallazgo, los científicos siguen sin ponerse de acuerdo sobre su existencia, y una investigación en la revista 'Journal of Sexual Medicine' (la 'biblia' de la sexología) acaba de añadir más leña al debate: ¿Y si fuese sólo un mito?

Para sintetizar la cuestión, podría decirse que existen dos corrientes de pensamiento mayoritarias en torno al punto G: aquélla que defiende que se trata de una región concreta y muy sensible de la anatomía genital femenina, situada en la pared frontal de la vagina (a unos 2-5 centímetros de la entrada); o bien la que sostiene que no existen suficientes evidencias (fisiológicas, anatómicas o biológicas) de su existencia, y que su papel en la sexualidad femenina se ha exagerado sin pruebas concluyentes.

En esta segunda línea puede enmarcarse la investigación dirigida en el University College de Londres (Reino Unido) por Timothy Spector, después de analizar a más de 1.800 mujeres de 18 a 83 años. Todas ellas eran parejas de gemelas genéticamente idénticas (monozigóticas) o bien dicigóticas, es decir, gemelas no idénticas fecundadas a partir de dos óvulos diferentes.

Teniendo en cuenta la similitud genética de las gemelas monozigóticas, los especialistas hipotetizaban que dichas hermanas deberían tener el punto G en el mismo sitio. "Si una de las gemelas idénticas respondía que sí, se esperaba que la otra, que tenía genes idénticos, también tuviera la zona erógena. Pero este patrón no se produjo", señalan los autores de la investigación.
Más habitual en las jóvenes

Además, sólo el 56% de las mujeres respondió afirmativamente, algo más frecuente en las mujeres menores de 40 años (63%) que en las mayores de 60 (53%); y también más habitual entre aquellas que se definían a sí mismas como "extrovertidas y abiertas a nuevas sensaciones".

Esta discordancia es la que ha llevado a los investigadores a concluir que, "o bien no puede medirse el punto G a partir de las respuestas subjetivas de las propias mujeres, bien es una sensación más que un área específica o simplemente no existe". Además, añaden, si más de la mitad de la muestra aseguró tener dicho punto, ¿por qué sólo un 30% de ellas respondió que era capaz de experimentar orgasmos vaginales durante la penetración? Si realmente existiese dicho centro del placer, apuntan, "esta cifra debería haber sido superior".

Más que una respuesta definitiva sobre la existencia del punto G, la investigación ha reabierto un viejo y largo debate. "Es curioso que una cuestión de anatomía tan grosera y de fácil acceso como ésta (puesto que no estamos hablando de una región cerebral en el hipotálamo) no tenga todavía evidencias más palmarias sobre su localización", bromea el sexólogo y doctor en Medicina Juan José Borrás. Incluso en el caso de las gemelas idénticas, aclara, "hay que tener en cuenta que las experiencias individuales matizan sus sensaciones". Una idea en la que coincide el colaborador de ELMUNDO.es Juan Ignacio Martínez Salamanca: "Un hecho anatómico no condiciona la vivencia de cada individuo".

Hace apenas dos años, la misma revista que ahora publica la negación del punto G, arrojaba datos de otro ensayo con 20 mujeres que defendía su existencia. En este caso, se empleó una ecografía para localizar una zona de tejido más engrosado en la vagina de dichas féminas, que estaría relacionado con su mayor capacidad de alcanzar el clímax a través de la penetración.
Busque su propio 'punto G'

Entonces, ¿existe o no existe? ¿Es un punto real o simplemente un mito erótico? Como apunta Guillermo González Antón, vocal de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología, "a día de hoy, y desde un punto de vista estrictamente científico, trabajamos con la posibilidad de que exista una zona vaginal con una potencialidad de estimulación y consiguiente excitación especial y de marcada diferencia con el resto de la vagina, pero no se puede afirmar su existencia en todas las mujeres, ni mucho menos considerarlo como un elemento de búsqueda obsesiva y fundamental para una óptima y gratificante respuesta erótica".

Una idea en la que coinciden los autores del estudio, partidarios de desmitificar la búsqueda de dicho 'tesoro'. "Al principio parecía una buena idea", ha señalado uno de los firmantes Andrea Burri a la cadena estadounidense CNN. "¿A quién no le gusta la idea de apretar un pequeño botón y obtener un orgasmo en cualquier momento?". Sin embargo, añade, saber que no existe puede aliviar la frustración de muchas mujeres que no son capaces de sentir orgasmos durante la penetración.

O como recomienda González Antón: "Debemos intentar alejarnos de pautas eróticas 'enlatadas' y sugerir la búsqueda de nuestros propios y especiales 'puntos G', que pueden aparecer en toda nuestra piel con el permiso de nuestro cerebro erótico que potencia o inhibe auténticas posibilidades de felicidad y placer".

Fruto del interés que despierta el punto G es el número de preguntas que los terapeutas sexuales reciben en sus consultas. Como reconoce Miren Larrazábal, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología: "me lo preguntan todas las mujeres en consulta". Sin embargo, añade, "a ninguna de ellas se le recomienda que busquen el punto G para alcanzar el orgasmo, porque la manera más fácil para ello sigue siendo la estimulación del clítorix". La sexualidad, concluye, es algo más amplio que la penetración, y en cualquier caso sería más preciso hablar de "una zona G mejor que un punto G".

1 comentario:

  1. Dr me parece muy interesante todos los estudios que se han hecho para poder encontrar la Zona G, pero desde mi punto de vista diria que mucho depende de la quimica y entendimiento que se tenga la pareja para poder llegar al climax o al orgasmo en el acto de hacer el amor lo cual por supuesto mucho tiene que ver con los juegos y caricias que uno lleva acabo antes de eso. Bueno Dr no podia pasar sin dejar mi opinion al respecto...

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