El dolor lumbar es la principal causa de discapacidad, generadora de gastos de recursos de salud en todo el mundo, especialmente en los países de altos ingresos. La dificultad de brindar un diagnostico definitivo para la mayoría de las presentaciones del dolor lumbar ha dado lugar al termino “dolor lumbar inespecífico”, el cual suele considerarse benigno y puede ser manejado en atención primaria. Sin embargo, en algunos pacientes, el lumbago es la manifestación inicial de una patología más grave, como el cáncer, la fractura vertebral, la infección o el síndrome de la cola de caballo.
La fractura vertebral y el cáncer son las patologías más graves que afectan a la columna vertebral. El 1% al 4% de los pacientes con lumbago que consultan en atención primaria tendrá como diagnóstico fractura vertebral, y menos del 1%, el de cáncer primitivo o metastásico.
Para la evaluación clínica y el manejo posterior de los pacientes es importante identificar las patologías graves, particularmente el cáncer. Por ejemplo, la detección precoz del cáncer vertebral podría prevenir la diseminación metastásica posterior. La identificación de la fractura vertebral evitará la prescripción de un tratamiento como la terapia manual así como el inicio de estudios más avanzados y el tratamiento de la condición subyacente (por ej., la osteoporosis).
A pesar de las consecuencias de la falta de diagnóstico de estas patologías graves, su baja prevalencia en atención primaria no justifica la realización de pruebas auxiliares en los pacientes que se presentan con dolor lumbar. Por esta razón, es muy importante contar con herramientas de detección precisas para apoyar las decisiones clínicas acerca de cuándo se deben realizar otras investigaciones en el paciente.
La mayoría de las guías para la práctica clínica sobre el manejo del dolor lumbar recomienda el uso de signos de alarma que ayuden a identificar a aquellos pacientes con mayor posibilidad de fractura vertebral o cáncer, y que luego pasan a ser candidatos para exámenes diagnósticos más intensivos. Sin embargo, hay confusión, ya que las guías ofrecen diferentes listas de signos de alarma para detectar las fracturas y tumores malignos vertebrales.
Los signos de alarma con probabilidad posterior de generar un estudio más complejo para detectar fracturas fueron:
- Mayor edad (9%)
- Uso prolongado de corticosteroides (33%, 10% a 67%)
- Trauma grave (11%, 8% a 16%)
- Presencia de una contusión o abrasión (62%, 49% a 74%).
De los signos de alarma de cáncer, el antecedente de cáncer aumentó la probabilidad de malignidad entre el 7% y el 33%, mientras que la mayor edad, la pérdida de peso inexplicable y la falta de mejoría después de un mes tienen una probabilidad post-test <3 br="">
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