Capítulo 11, temporada siete de House. La madre de la
doctora Cuddy, personaje de ficción de la serie, es ingresada a
emergencias por palpitaciones, anemia macrocítica y arritmia cardíaca.
Tras varios ensayos que casi le cuestan la vida, el doctor Gregory House
termina descubriendo la razón de su mal y la salva.
Quizás lo que más desconcertaba era que en su historial clínico no había nada particularmente relevante, salvo prótesis a ambos lados de la cadera.
"Su péptido natriurético cerebral había aumentado a 1053ng/L, cuando los normal es por debajo de 55ng/L, y su fracción de eyección estimada era del 25%", se lee en el informe publicado este viernes en la revista The Lancet.
Ese 25% significaba que el corazón del paciente apenas si bombeaba una cuarta parte de la sangre que le entraba en cada latido.
La madre de Cuddy también tenía una prótesis.
Fue aquí cuando el director del Centro de Enfermedades No Diagnosticadas del hospital, Juergen Schaefer, recordó un capítulo del famoso médico estadounidense especialista en salvar los casos más increíbles.
Mirando en el historial del paciente alemán, encontró que le habían remplazado una prótesis de cerámica que se había roto por una de metal. Exactamente lo que le había pasado a la paciente en la serie de ficción.
"Investigando la causa, combinando estos síntomas y recordando un episodio de la serie de TV 'House' -que usamos para enseñar a estudiantes de medicina- sospechamos que la razón más probable era la intoxicación de cobalto", explica el experto en el caso de estudio.
La causa de la aflicción de la madre de Cuddy fue envenenamiento por cobalto.
Durante más de 50 años, la intoxicación de cobalto ha sido ampliamente documentada. Aunque la mayoría de los casos están relacionados a trabajadores en la industria del metal.
La razón por la que se usa este metal para las prótesis es su "excelente" estabilidad cuando se combina con cromo y molibdeno.
Si bien en la mayoría de los casos no suelen haber problemas en los implantes de cadera con estos materiales, en determinadas situaciones -como una falsa colocación, problemas técnicos en prótesis de metal en metal y, con sorprendente frecuencia, tras un remplazo de cadera de cerámica por partes de metal- ocurre la exposición de cobalto en el paciente.
"Esta intoxicación de cobalto es un problema cada vez más reconocido y una amenaza a la vida", señalan Schaefer y sus colegas.
Los análisis de sangre del paciente alemán demostraron la hipótesis; la concentración de cobalto era de 15.000nmol/L, cuando lo normal es menos de 15.3nmol/L. También tenía una concentración de cromo de 942 nmol/L, siendo lo normal menos de 9,6 nmol/L.
Los exámenes en orina también registraron altas concentraciones de estos materiales, por lo que procedieron a tratar el paciente y lo remitieron a un ortopédico para que le retiraran la prótesis.
Un año más tarde, los niveles del metal habían descendido dramáticamente, la función cardíaca aumentado a un 40% y no había tenido nuevos episodios de fiebre o esofagitis.
La vista y la audición también habían mostrado pequeñas mejorías.
Una vez más, House salvaba una vida. Esta vez en la vida real.
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