Los pediatras recomiendan que los niños menores de 2 años no miren televisión, pero estudios demuestran que tres cuartos de los pequeños en Estados Unidos viven en hogares donde el televisor está encendido la mayor parte del día.
En un entorno controlado, se observó a 50 niños de 12, 24 y 36 meses de edad mientras jugaban con juguetes para su edad por un período de una hora.
Durante media hora, un televisor en la habitación mostró un episodio del espectáculo para adultos Jeopardy! Con publicidades. La otra mitad de la hora, la televisión permaneció apagada.
Los observadores hallaron que cuando el televisor estaba encendido de fondo, se alteraba el juego de los niños, aún cuando ellos le prestaran poca atención a la televisión al mirar unos segundos por vez y menos de una vez por minuto.
Con el televisor encendido, los niños jugaban durante períodos significativamente más cortos y el tiempo dedicado al juego era menor que cuando estaba apagado.
La televisión de fondo, que es una gran distracción audiovisual, altera los esfuerzos de los niños para mantener la concentración en el juego. Aún cuando los efectos de la TV de fondo sobre la conducta sean pequeños, tendrían un efecto acumulativo mediante altos niveles de exposición en el hogar. Eso incluiría un menor desarrollo cognitivo y del lenguaje y síntomas de déficit de atención. La televisión de fondo es un factor de riesgo ambiental potencialmente crónico que afecta a la mayoría de los niños en Estados Unidos.
Los padres deberían limitar la cantidad de horas que sus hijos pequeños pasan con la televisión de fondo.
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