El tiempo que los miembros de una pareja dedican al sueño a veces varía ostensiblemente, así cómo la hora en que se duermen y se despiertan. En definitiva, hay poca sincronización en su descanso, lo que puede afectar a la convivencia… ¿o es al revés?
Porque según una curiosa investigación publicada en la revista Sleep, la satisfacción marital de la mujer influye mucho en esa armonía nocturna.
Para llegar a esta conclusión, los expertos registraron con un actígrafo –aparato no invasivo que se coloca en un brazo– la actividad de 46 matrimonios y los compararon con sus testimonios sobre su relación sentimental.
De media, el tiempo de sueño coincidía un 75%, porcentaje notablemente superior al de individuos sin vínculos emocionales por separado. Pero, además, los investigadores observaron que la coincidencia ascendía proporcionalmente al grado de felicidad conyugal que manifestaba el miembro femenino de la pareja.
Como resume Heather Gunn, una de las autoras del estudio, “nuestros patrones de sueño no sólo están regulados por cuándo dormimos, sino también por la persona con que dormimos”.
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