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miércoles, 5 de septiembre de 2012

LA VERDAD SIEMPRE ES SALUDABLE?


'Con la verdad se llega a todas a partes'. Con esta frase, seguramente hayamos recorrido parte de nuestra enseñanza más arraigada. Decía Platón que "hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad". Pero además de actos de valentía y franqueza que hemos aprendido desde niños, ¿podría tener consecuencias positivas en nuestra salud?

Asociar verdad con salud es una relación problemática y compleja. Pero esta conexión ha tenido una respuesta afirmativa en un estudio realizado por investigadores de la Universidad americana de Notre Dame y cuyos resultados han sido presentados en la 120ª Convención de la Asociación Americana de Psicología. Uno de los datos más llamativos fue la media de mentiras por semana que verbalizaban los americanos: 11 mentiras.

Durante 10 semanas analizaron las respuestas de 110 personas ante ciertas situaciones. La mitad de ellas fue entrenada para decir menos mentiras. Precisamente, este grupo fue el que presentó mejoras significativas en su salud. Tales beneficios iban desde menos sentimientos de tensión y melancolía a un menor número de cefaleas y molestias de garganta.

Sin embargo, la mentira ofrece ciertas ventajas en las relaciones sociales. Mentir es una conducta adaptativa.  Podemos asociar los beneficios con la ansiedad, es decir, con la verdad se disminuye la ansiedad. Pero tampoco podemos afirmar que esto sea mejor o peor para la salud. Las personas tienen distinto nivel de activación que, traducida en forma de ansiedad, es buena y necesaria.

Fundamentalmente las personas mienten por tres motivos: para adaptarse a un ambiente hostil, para evitar castigos y para conseguir premios o ganancias sobre los demás. Por ejemplo, la gente en su curriculum vítae pone un nivel de inglés más alto del que realmente sabe, pero lo hacen para conseguir un premio, un puesto de trabajo en este caso, y esa conducta no tiene porqué ser necesariamente mala.

Decía el médico y psicoterapeuta austríaco Alfred Adler que "la verdad es a menudo un arma de agresión. Es posible morir, e incluso asesinar, con la verdad", por lo que a veces ser honesto no podría resultar tan bueno. En ocasiones decir la verdad, puede ser contraproducente, no obstante, la sinceridad es buena cuando las consecuencias son positivas para la persona que emite la conducta y para su entorno.

Hay que buscar el equilibrio entre lo que es bueno para nosotros y para el que recibe la notica. Además, algunas veces puede asociarse decir la verdad con signos de inocencia o falta de madurez, por tanto, en ocasiones la mentira puede ser incluso necesaria.

Se puede dividir a la mentira en mentira 'prudente' e 'imprudente'. La primera es aquella que se dice para adaptarse a la situación, la que es "necesaria" decir en ocasiones para evitar un mal mayor. Por ejemplo, una situación peligrosa como estar en una habitación con mucha gente y que haya un incendio. Puedes mentir y decir a la gente que no está pasando nada y evitar así el caos. El control es necesario en estos casos.

La segunda es cuando lleva consecuencias peores que dificultan ese equilibrio mencionado anteriormente. Decir la verdad, puede tener consecuencias negativas en el otro. Esto es, hay personas que tienen que decir siempre la verdad, tener la conciencia tranquila no siempre es bueno. Esta sensación de conciencia tranquila es la creencia de creer que han actuado bien y por ello se sienten mejor físicamente..

La honestidad refuerza el que una relación, sea del tipo que sea, pueda ser mucho más consistente y estable. Pero, tiene que haber también otras cosas, es un valor que no puede ir separado del resto. La honestidad absoluta en el ser humano no existe, es imposible que un hombre siempre diga la verdad. Ésta es un valor que debe ir añadido junto a otros: De nada vale que una persona sea sincera, si le faltan otros valores.

Como conclusión, los expertos aseguran que no podemos relacionar mentir en contextos cotidianos con una peor salud, pero que es bueno que en la sociedad se eduque desde la honestidad y la franqueza. Un desarrollo moral adecuado desde la infancia, orientado en la verdad, es positivo.

EFECTOS NEGATIVOS DEL ESTRES SOBRE EL CUERPO


Hoy en día el ritmo de vida, las responsabilidades, el estar hiperconectados permanentemente y las situaciones inesperadas son factores que influyen en el sistema nervioso del cuerpo humano. Cuando una persona se enfrenta a situaciones de fuerte tensión mental, su organismo las percibe como una agresión y utiliza como mecanismo de defensa lo que se conoce como estrés.

En situaciones normales nuestro organismo emplea alrededor de un 90% de su energía en actividades metabólicas dirigidas a la renovación, reparación y creación de nuevos tejidos. Frente a eventos estresantes esto cambia dramáticamente ya que el organismo se dedica al envío de cantidades masivas de energía a los músculos al tiempo que las actividades de reparación y creación del cuerpo se paralizan.

Si bien muchos saben de qué se trata el estrés, pocos conocen la importante influencia de las hormonas en este proceso. Ante una situación de alarma, el cerebro envía un mensaje a las glándulas suprarrenales (situadas sobre el polo superior del riñón) instándolas a que liberen cortisol y adrenalina, hormonas cuya principal función es generar un incremento del nivel de azúcar en la sangre para que corran importantes cantidades de energía por el cuerpo para enfrentar el estado nervioso. Así, el metabolismo se prepara para resolver la situación de alarma.


El estrés está relacionado con muchas de las principales causas de muerte tales como cáncer, enfermedades cardiacas, cirrosis del hígado, enfermedades pulmonares, accidentes y suicidio. Es muy importante tener en cuenta que así sea crónico o agudo (post traumático), solapado o repetitivo, el estrés afecta el equilibrio psíquico, endocrino y metabólico. Cuando la situación aparece luego de un evento traumático, como un momento de pánico posterior a una situación grave, un sentimiento de horror o impotencia, resulta fundamental el control de la secreción de cortisol, sustancia que activa un sistema que incide en varios procesos del organismo, como el sistema inmune, la digestión, las emociones y el metabolismo, entre otras cosas.

Este sistema se denomina unidad hipotálamo hipofisaria suprarrenal y es el sistema que integra la información que recibe el organismo del medio ambiente con la liberación de hormonas, por ejemplo, una mujer que debe realizar un viaje de estudios que en sí es un desafío placentero es también un estrés por la lejanía de su familia que esto implica. Así es que es percibido por el sistema nervioso central, quien envía señales que impactan en el hipotálamo, este las traduce en señales hormonales en la hipófisis y la misma llega a los ovarios que cesan su función y la persona deja de menstruar.

Además de influir en todos estos procesos del cuerpo humano, está comprobado que el estrés afecta al ser humano desde su vida fetal. La presencia de un ambiente estresante puede traer consecuencias como el retardo en el crecimiento intrauterino que está íntimamente asociado a una mayor incidencia de insulino resistencia y diabetes en la vida adulta, dado que la programación del funcionamiento de muchos órganos, como el páncreas en este caso, se inicia dentro del vientre materno. El estrés puede tener como uno de sus efectos una muerte temprana y el envejecimiento prematuro.

En muchos casos se observó que la ingesta de pequeñas cantidades de alimentos con alto contenido en azúcar tiene un efecto anti-estrés dado que actúa sobre la serotonina, un neurotransmisor que inhibe la ira, la agresión, la temperatura corporal y el humor entre otras cuestiones. Pero esta aparente sensación de bienestar se contrabalancea: el exceso de glucosa produce efectos negativos a largo plazo como el incremento del riesgo cardiovascular debido a la obesidad central (localizada en el abdomen), la hipertensión arterial, el síndrome metabólico o la diabetes tipo 2.

Actualmente se estudia en gran medida el impacto del estrés crónico a nivel cerebral, habiéndose demostrado una disminución de la actividad del hipocampo cerebral, estructura que influye en la regulación de la memoria. Además, si el estrés se prolonga en el tiempo haciéndose crónico y el sistema se adapta a un nuevo nivel de cortisol, puede ser perjudicial para la salud llegando a ser fatal.

Para poder evitar los efectos negativos producidos por el estrés, resulta vital comprender los mecanismos que se activan al enfrentar una situación compleja. Esto ayudará a que la persona que la enfrenta se maneje mejor para prevenir efectos a largo plazo.

(modificado de Infobae)